Comentario
Váez de Torres y el descubrimiento de Australia
A la mañana siguiente que alejó a la Capitana, debido a un temporal, Váez de Torres escribe en su diario: La salí a buscar haciendo las diligencias debidas; era imposible hallarles, pues ellos no iban por el camino ni voluntad derechas; así me hube de volver a la bahía por ver si acaso volvían a ella48.
En la bahía permanecen quince días, esperando el regreso de Quirós. En el ínterin, el capitán Prado de Tovar inicia la serie de mapas y dibujos de los naturales, que tanta trascendencia tendrán49.
Todos tienen la impresión de que han sido abandonados a su suerte. Por otra parte, la Capitana se ha llevado la totalidad de los bastimentos, pues llevaba el almacén de la escuadra, a excepción de pan y agua.
A pesar de la opinión contraria de muchos de sus oficiales, Torres decide seguir el cumplimiento de las instrucciones que le dio Quirós al partir de El Callao.
Será esta observancia la que llevará a cosechar los mejores laureles, con el descubrimiento del estrecho que lleva su nombre, y que separa la isla de Nueva Guinea de Australia50.
Intenta reconocer la Tierra del Espíritu Santo, y pronto se da cuenta de que es una isla montuosa, y como hacia el sudoeste no encontró señales del pretendido continente, viró hacia el noroeste, topando días después con Nueva Guinea: No la pude montar por la banda de Leste, así la vine costeando al oeste, por la parte sur. De esta forma tan simple comienza Torres a describir uno de los más grandes descubrimientos geográficos de la época. A lo largo de la costa, alineándose frente a ésta, existen multitud de islas y arrecifes innumerables. Hacen algunos desembarcos y describen y dibujan a sus gentes y armas.
Pasarán varias jornadas atravesando propiamente el estrecho y conociendo sus islas. Entre ellas, el remate de la península de York, Australia. El conocimiento de las gentes de las islas questán a la parte del Sur de Nueva Guinea nos lo prueba el dibujo testimonial de Prado de Tovar. Accidentalmente si se quiere, acaban de descubrir Australia.
Las dos naves prosiguen su ruta hacia Manila, llegando a las primeras islas de Insulindia, donde trafican poco con mahometanos, porque los rescates los llevaba la Capitana. Cuado llegan a las Molucas se enteran de la presencia holandesa en los mares del Sur, y colaboran en sofocar una rebelión de moros en la isla de Vachan. En Tarnate dejan el parage y a veinte hombres. Ya en Manila, no se le presta atención ni ayuda, por lo que escribe amargamente al rey, en carta de 12 de junio de 1607, haciéndole relación puntual de lo descubierto, y que hoy publicamos.
La relación de Váez de Torres no sirvió para nada, sino en todo caso para embrollar más la situación de Quirós en Madrid. Siete años después, desde Goa, el 25 de diciembre de 1613, el capitán Pedro Tovar escribía a Felipe III y a su secretario Arostegui sendas cartas, en las que tras enviar sus mapas y dibujos insistía en que no debían fiarse de Quirós. Al parecer, el descubridor del estrecho, Torres, ya había fallecido.